Jan 23, 2012

«MI NIÑO NO SE VACUNA» Profesionales de la salud piden que se castigue con multas y sanciones penales a los padres que no inmunicen a sus hijos.

El sarampión mata, sobre todo a niños pequeños; es capaz de desencadenar una infección tan grave que destroza el cerebro. La Organización Mundial de la Salud confiaba en que hubiera desaparecido de Europa para el año 2010, pero lejos de erradicarse, ha rebrotado con fuerza. 
 
Casi 30.000 ciudadanos del Viejo Continente sufrieron su azote el año pasado. Ocho de ellos lo pagaron con su vida y otros 26 con una encefalitis que, irremediablemente, les complicará la vida y les adelantará la muerte. ¿Cómo es posible que haya vuelto el sarampión cuando existe una vacuna que lo previene y que, además, está incluida en el calendario infantil de vacunación? Las razones de su regreso son variadas, pero los expertos coinciden al apuntar sobre todo a una.
 
Cada vez son más los padres que por ignorancia, esnobismo o por lo que sea, deciden no proteger a sus pequeños contra una de las enfermedades más contagiosas que se conocen. Con su decisión, ponen en juego la vida de sus pequeños, pero también la de sus vecinos. La situación es tan grave que médicos y científicos no dudan en pedir que se castigue con multas y sanciones penales a los padres que se nieguen a vacunarles. Australia ya lo hace. 
 
Si por darle un sopapo a un crío te la has cargado, ¿cómo debemos castigar a unos padres que ponen en peligro la vida de sus vástagos y la de las personas que le rodean, teniendo en sus manos el instrumento que puede evitarlo? Parece una conducta criminal y, por tanto, merecedora de una sanción penal. ¿Tiene que asumir la sociedad un gasto social y de salud impresionante porque haya un niño que no se ha vacunado libre y gratuitamente? No proteges a tu hijo, contrae la 'polio' en un viaje de estudios a India y luego, ¿quién va a mantener a esa persona en silla de ruedas?».

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